El consumo de agua potable a nivel mundial se ha triplicado en las últimas décadas, se ha determinado que cada habitante utiliza alrededor de 900 litros de este vital líquido al mes, la contaminación, la destrucción de las fuentes hídricas y el aumento desmedido de la población, ha producido que los niveles de agua potable disminuyan.
El calentamiento de la tierra y el cambio climático han producido que los ciclos del agua varíen, se produzcan el deshielo de los glaciares, así mismo los periodos de lluvias cada vez son menos frecuentes, mientras que la sequía es más habitual. Las altas temperaturas y la tala de los bosques ocasionan que las corrientes de agua retornen rápidamente a los océanos, por consiguiente, los niveles freáticos han disminuido sus niveles y la cantidad de agua potable cada vez es menor.
Cada uno de nosotros podemos aportar nuestro granito de arena para que el vital líquido no desaparezca y una forma sencilla de conocer cuanta cantidad consumimos, es conociendo nuestra huella hídrica. Podemos definirla como un indicador que mide el consumo del agua al cocinar, lavar, bañarnos y realizar todas las actividades domésticas, para medir nuestra huella hídrica, existen una serie de aplicaciones que permiten conocer que cantidad de agua desperdiciamos diariamente.
La Fundación Yammine da algunas sugerencias para evitar el gasto innecesario del vital líquido en nuestras casas y tener una huella hídrica ecoamigable:
1.- Cerrar el grifo mientras nos estemos cepillando, igualmente al enjabonarse las manos.
2.- Periódicamente chequear las tuberías y grifos para evitar el desperdicio de agua.
3.- Regar las plantas con agua de lluvia, o con regaderas, evitar el uso de mangueras ya que no podemos controlar la cantidad de agua que utilizamos. Regar siempre de noche ya que durante el día las altas temperaturas evaporan parte del agua.
4.- Lavar la ropa solo cuando tengamos una cantidad considerable y establecer un día para realizar esta tarea.
5.- Barrer el jardín con un cepillo, no con un chorro de agua.
6.- Cerrar la ducha mientras se enjabona y se lava el cabello, igualmente se recomienda realizar duchas cortas, esto implica un ahorro de 400 litros de agua diariamente.
7.- Utilizar llaves de bajo consumo de agua, para evitar el derroche innecesario del vital líquido.
8.- Reutiliza el agua utilizada en el lavado de las verduras y frutas, para la limpieza de los pisos.
9.- Instalar sanitarios de bajo consumo.
10.- No utilices el inodoro como basurero, el papel higiénico puede desintegrarse pero las toallas sanitarias e hilo dental no, lo que hace que las tuberías se tapen y por consiguiente hay un gasto excesivo de agua.
Conocer nuestra huella hídrica nos permite tomar conciencia del consumo de agua que debemos tener al realizar nuestras actividades cotidianas sin malgastarla.