Esta ha sido una pregunta de debate por mucho tiempo y por varios expertos en la materia de educación, científicos de rendimiento y las experiencias mismas de los estudiantes. Cuando se llega al momento de entrar a la universidad, donde todo se vuelve más exigente y el tiempo parece reducirse para cumplir todas las obligaciones que adquirimos, es esencial saber cómo aprovecharlo para tenerlo a nuestro favor en lugar de jugarnos en contra.
Si bien, el tiempo de disposición para prepararnos para una presentación o una asignación no es el mismo que para un examen, es muy importante no descuidar ninguno, pues el rendimiento se puede ver afectado. Por lo que la clave es la organización y el compromiso, sin embargo, la verdadera pregunta es ¿Cuántas horas se deben dedicar al estudio?
Fundación Yammine con su contribución al área académica nos trae las opiniones de expertos para contestar dicha pregunta:
Según los científicos en rendimiento y efectividad, exponen que para una lograr una buena preparación, se debe tener una jornada de estudio que oscile entre 4 y 6 horas, donde se combinen varias actividades asignadas de las diversas materias, entre ellos se ven implicados la memorización, lecturas para tomar notas, resolución de ejercicios prácticos y la elaboración de los trabajos solicitados.
La clave para conseguir esta rutina, es realizar un plan semanal, donde se logre distribuir estas horas entre las clases, gestiones, estudio y tiempo libre, donde las asignaciones tendrán una prioridad según su fecha de entrega, mientras más próximos mayor atención requerirán. En esta rutina, cada momento debe ser cuidadosamente aprovechado.
Hay que tomar en cuenta además, el nivel que se tiene de atención y concentración para realizar con efectividad las asignaciones o prepararse para un examen. Lo más recomendable es enfocarse en aquellas con mayor dificultad o que sean más largas, en el momento del día que nos encontremos más despiertos y activos, mientras que las tareas sencillas como lectura, repaso o toma de notas a las horas nocturnas.
Mientras que la opinión de los profesores y expertos en educación, tienen una visión completamente opuesta. Para ellos, este tipo de organización semanal es forzada y extenuante para los estudiantes, haciendo que puedan tener el resultado contrario al que buscan, ellos afirman que, el tiempo de estudio no debe ser un reflejo de las notas obtenidas.
Para los docentes, las horas de estudio varían según las capacidades individuales de concentración y aprendizaje de los estudiantes. Recomiendan que para un buen desempeño, hay que tomar en cuenta las lecturas analíticas y comprensivas de cada materia, hasta tener la facilidad de exponerlo tras su entendimiento sin la necesidad de recurrir a los apuntes.
En resumen, ambas opiniones son acertadas según como sea la propia preferencia de la persona, existen algunas que necesitan un orden, mientras otros son más flexibles con su horario. Están quienes utilizan apuntes o mapas conceptuales y aquellos que memorizan desde la lectura y la repetición en voz alta. Lo importante es encontrar nuestro propio ritmo de estudio y las mejores herramientas de aprendizaje.